jueves, 9 de octubre de 2014

Ébola

Es el desgraciado tema de la semana, del mes, del año y espero que no lo sea de nuestra vida. Es el notar como el primer mundo no es inmune a lo que nadie es realmente inmune, a la enfermedad. Efectivamente, es el caso de ébola detectado en Madrid, el caso que sufre una auxiliar de enfermería gallega llamada Teresa Romero.

En el momento de escribir estas líneas no sé que le ha acabado sucediendo a la chica, hablan de que está en un estado crítico, hablan de un fallo multiorgánico, incluso circulan "pantallazos" de páginas de internet donde ya anunciaban el fallecimiento de Teresa Romero. Solo puedo decir una cosa sobre esto, ojalá todo vaya bien, no parece que la cosa vaya a ir muy bien, pero ojalá me equivoque.

La cuestión es que esta mujer se contagió haciendo su trabajo, sí eso que escasea en España. Se contagió cuando trataba a uno de los fallecidos por ébola españoles. En este caso hablamos del caso de un misionero que estaba ayudando a los que menos tenían, a los que mueren por docenas, por centenares, por millares, y lo que suele suceder cuando estás ayudando a los que caen enfermos por doquier es que tu también enfermes, y así fue.

Este misionero fue repatriado a España, para ser tratado en el "primer mundo" de ese virus tan letal en el "tercer mundo", por desgracia no se pudo hacer prácticamente nada ya que pese a lo que trataron de hacer en el hospital no se pudo salvar la vida de este misionero. Y fue ahí donde empezó lo que sucede ahora, una de las personas que trataban a esa otra persona se vio contagiada; lo que se suponía que no podía pasar pasó: no solo no curamos a "nuestro" enfermo no, contagiamos a, al menos, uno de "nuestros" sanos.

Esta chica, ya contagiada no fue realmente detectada como enferma de ébola, al menos al principio, fue ya pasados los días cuando se detectó el caso como tal. Eso ha implicado que ella esté internada, ahora mismo muy grave, que su marido esté en cuarentena y que incluso su perro haya sido sacrificado (una pena lo del perro, pero se ha movilizado más gente para salvar al perro que gente se solidariza con los miles de muertos en África). Ahora mismo hay más gente en observación, gente que ha estado con ella en el trabajo, gente que la ha diagnosticado...y lo que pueda venir.

Temo que la prepotencia del llamado "primer mundo" nos ha llevado a mirar por encima del hombro a la enfermedad; creo que eso es lo que en última instancia ha pasado. Nos hemos nuevamente llenado la cabeza de "grandiosidad", nos hemos pasado por el "arco del triunfo" el mínimo respeto por la enfermedad ya que es una "enfermedad de negros" y nosotros como somos Europa no nos va a pasar nada...hasta que nos pasó.

 Ahora es cuando nos empezamos a preocupar de protocolos, de salas adaptadas, de trajes, de enfermos. Sí, de enfermos, pero de los de aquí, la única preocupación por la gente de África que he escuchado hoy se refería a los futbolistas africanos que juegan en primera, no sé si es irónico o vomitivo.

En resumen, nuevamente hemos actuado mal, nuevamente hemos metido la pata, nuevamente hemos cometido errores que (temo) puedan ser fatales y ¡por supuesto! nuevamente estamos viendo como los de un lado y los del otro se dan pedradas. Es el sistema español, démonos de leches por cualquier cosa para echarle la culpa a alguien, que ese alguien tenga la menor capacidad de mando posible y ensañémonos; eso sí, no nos preocupemos por arreglar el problema, eso ¡que lo haga otro!

Ahora mismo solo pedir que Teresa Romero tenga suerte, que Dios, el universo, el karma o lo que sea le ayude y que salga de esta casi imposible situación en la que está.


Hoy más que nunca ¡salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario