jueves, 3 de septiembre de 2015

Solidaridad de "almohadilla"

Sí amigos, parece increíble, parece una alucinación, parece un alarde de la mala redacción, pero ¡no!, ¡no es así!; tras meses y meses ha vuelto el chapucero ártabro. Y allá va con un ejercicio de escritura y, finalmente, de algo de incoherencia.

La cuestión es que como no hacer una entrada con "la que cae", estamos viviendo nada más y nada menos el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial (o eso no paran de repetir los medios de "comunicación" hora sí, hora también). Estamos los herederos de la cultura grecolatina o judeocristiana (algunos le llaman occidental, y me hace preguntarme como puede estar Australia al occidente el meridiano de Grenwich) ante un golpe de la realidad; nuestras "indignaciones" de meses y años anteriores nuevamente se muestran como simples pataletas de niñitos mimados o de nuevos ricos comparado con lo que realmente es un problema indignante: que tengas que huir de tu Hogar (no de tu casa no, de tu Hogar) debido principalmente a la actuación de Daesh en la zona donde, ¡oh curiosidad histórica!, ha nacido lo que llamamos como "Civilización" (así con mayúsculas).

No deja de ser irónico también que nos encontremos con ingentes cantidades de gentes que buscan refugio en Alemania, esa acusada por nosotros de ser un ogro comeniños que se baña en la sangre de ellos, ya que el estatus de refugiado y las oportunidades que podrían (condicional) tener en Alemania son muy superiores a las de nuestros "solidarios e indignados" países. Nuevo sopapo a nuestra inmadurez pija.

Es vergonzante, profundamente vergonzante, que la única "solución" que van a proponer (siento ponerme en modo pitoniso)  va a ser acoger a los refugiados. Recalco: La ÚNICA; ojalá me equivoque pero temo que será así.

¿Por qué digo que es vergonzante y será la única?, pues porque somos así, porque tenemos una opinión pública y unos gobiernos que van muy a juego. Somos una sociedad que ahora se indigna a golpe de almohadilla (hashtag para los más "trendis"), pero que ¡ojo!: ¡a ver lo que haces para solucionar mi indignación que a lo mejor me irrita!. Los gobiernos al mismo tiempo son una especie de Sociedades Anónimas preocupadas por el resultado cada cuatro años y sin capacidad para ver más allá, por lo que: ¡ojo con lo que hacemos no vaya a ser que perdamos las elecciones!. A la sociedad le preocupa hacer lo mínimo posible y que no le estropeen el telediario a la hora de comer y al gobierno que si lo estropea no le perjudique en las elecciones; conclusión: como mucho aceptaremos a algún refugiado y ya.

Por desgracia esto a mi me recuerda a la política de apaciguamiento que hizo el Reino Unido  con el Tercer Reich cuyo paradigma fue Neville Chamberlain, política que tuvo como consecuencia una nimiedad: la Segunda Guerra Mundial. Al final el apaciguamiento llevó a dar tiempo para fortalecerse más a una Alemania que, a la postre, hizo lo que hizo. Digo me recuerda porque Europa ha mandado a la zona de lucha con el Daesh un gran ejercito...de aviones no tripulados, no va a mandar ejercitos ya que no se arriesgan a una posible ola de manifestaciones, y mientras dejamos que el Daesh se fortalezca más y eche a más gente de sus hogares (si es que pueden escapar), día sí día también.

En resumen, vamos a ver un bombardeo de hashtags (ahora sí), un ejercito de comentarios en facebook, algún amago de concentración, un arsenal de artículos en periódicos e ingentes cantidades de entradas en blogs como la que estoy perpetrando (esta es la incoherencia de la que hablaba al principio). Pero dudo que veamos un ejercito europeo pisar la zona para evitar que a esta gente se le eche de sus hogares, nos llega con recibirlos, pero no con plantar cara al verdadero problema que ahora sí golpea en nuestra puerta.

Sé que es muy fácil decir esto detrás de un teclado; pero creo que tenemos unos gobiernos para tener miras más allá de cuatro años o más allá de sus rancias ideologías a izquierda y derecha; y, aunque sea la demostración de la derrota de la razón, tenemos unos ejércitos profesionales que (desgraciadamente) creo que tendrían que intervenir ante la barbarie.

Aunque bueno, a lo mejor creo de más y estoy equivocado en todo lo que he puesto. Ojalá sea así, pero dudo que a golpe de comentarios con almohadilla y de abrir albergues se termine con la descomunal barbarie que vivimos ahora mismo.



¡Salud!