viernes, 27 de julio de 2012

Contradicción

Raras veces el Ártabro tiene cosas que decir y no sabe como expresarlas aquí, pero es el caso, lo vamos a tener que achacar al típico parón veraniego que poco a poco llega a su fin ¡y que me llevará de nuevo a la rutina! (que tal como está el panorama aún habrá que agradecerlo.. ¡gracias Rajoy!........)

Ahora mismo me acerco al día en el que abandono el campo, esa visión verde que los urbanitas identifican con una pseudo sociedad paralela de belleza en la que los vecinos se ayudan los unos a los otros y en la que todo es paz y tranquilidad y que los "ruralitas" ven como un mundo prácticamente sin futuro, ¡qué casualidad!, como el mundo urbanita (ironías de la vida)

Qué gran ironía, sí efectivamente, ¡qué gran ironía!. Se idealiza vivir en determinados lugares (siempre el opuesto al lugar en el que uno vive) y se reniega de ellos en el momento que los descubres. El ejemplo está claro: "las ciudades hacen que los vecinos no se conozcan", pues bien, si vives en el campo tendrás contacto con el vecino, tanto contacto que acabarás por perder tu intimidad.....; en el lado opuesto está el derecho de "disfrutar de la intimidad de cada uno", que es lo que, llevado al extremo,  lleva a ciudades convertidas en cubículos donde reside gente sin conexión alguna entre sí. Somos una gran contradicción

Una gran contradicción que, sospechosamente se queja de lo mismo en todos los lados, una gran contradicción que lleva quejándose del poder establecido décadas, una gran contradicción que cuando tiene un cambio ante sus narices se la envaina (nos la envainamos) por el miedo al cambio, y eso no debería ser así pero es. Tenemos miedo.

Esto podría entenderse como egoísmo, como "acojonamiento", como comodidad, como lo que cada uno quiera entender pero al fin y al cabo como lo indicado antes. Somos la contradicción personificada.

Lo podemos arreglar, pues la verdad es mejor que lo replantee ¿lo podemos arreglar?, el humilde Ártabro no lo sabe; aunque siendo racional, temo que gritemos mucho pero hagamos poco, otra vez, pero bueno, espero equivocarme.


¡Salud!

martes, 10 de julio de 2012

Curioso

Más o menos, en mayor o menor medida, todos tenemos un punto de curiosidad en esta vida. Algunos lo llevan a puntos exagerados, controlan al vida de sus amigos, enemigos, vecinos, conocidos e incluso desconocidos; otros orientan esa ansia de modo profesional y se dedican a la prensa del corazón; afortunadamente también hay gente con curiosidad constructiva, se vuelven científicos y descubren cosas que nos ayudan a mejorar (y si son españoles emigran claro, ya que aquí ¡mal va la cosa!).

Pues hoy soy yo el que se ha despertado con una curiosidad exagerada, y tras ver un documental sobre la vida de Akenaton (sí, no es una broma) y descubrir que fue un pionero en defender el monoteísmo (según alguna teoría simplemente por estar enfermo.... teólogos ¡venid a mi!), he seguido con mi mañana curiosa y me he repasado las geniales explicaciones del señor ministro Montoro a una subida del IVA.

Esto último ha sido devastador, y he hecho una pequeña investigación entre los seguidores del Artabreo y me he quedado sorprendido. Lo primero que debo decir es Спасибо за посещение!, ya que por lo visto hay artabreadores en Rusia (sí, sí, allá, allá donde gobierna Putin). Y lo segundo, y casi último, que voy a decir es (y desde el respeto por un artabreador lo digo) ¿qué se le pasa a 5 personas para buscar en en internet "dios iago aspas"? ¿y a 3 para buscar "diego colotto amor"?.




Sí lo pone en pequeño, ¡pero lo pone!

Tras saciar mi curiosidad, ¡e incluso mi capacidad de sorpresa! solo puedo decir una cosa:


¡Salud!

domingo, 8 de julio de 2012

Sorpresa na tenda

"¡Arránxao! ou canto menos ¡trata de facelo!" era o que o señor Petén Tecativo, Don Híncom para os achegados, dicía ó seu cuñado, e este tentabao e a maior parte das veces  acadabao.

"Fai que saia en tempo" berraba Hincom, e o seu cuñado sacaba a mercadoría da súa pequena tenda en tempo e chegaba ó mercado.

"¡Faino así!, ¡Faino coma sempre!", seguía a dicir Híncom un día sí e outro tamén. E ¿sabedes qué?, que o cuñado , cumpría, era coma un pequeno Stajanov; traballaba, traballaba e traballaba, non paraba nunca, e sentía unha grande ledicia cando chegaba á casa e lle contaba á irmá de Hincom que as cousas saíran.

E chegou o día, Híncom chegou á tenda e o seu cuñado non estaba alí; o silencio reinaba na tenda, mesmo se poderían escota-los movementos dos pequenos ácaros de pó acumulados nos recunchos do local. Era unha sensación estrana, o bule-bule que o seu cuñado facía cando cumpría as súas ordes non estaba, e o silencio abrumaba ó señor Petén. Finalmente deuse de conta do qué pasaba, ¡o seu cuñado estaba de vacacións!


¡Vacacións!

martes, 3 de julio de 2012

¡Futbolistas a la hoguera!

¡Qué malos son los futbolistas!, ¡merecen morir! (¡o más!), ¡son lo peor!, ¡son un mal ejemplo para la sociedad!. Eso, eso es lo que hay que decir, ¡desde luego!, ¡lapidémoslos!, tenemos que convertirnos en una turba que los elimine de la faz de la tierra, ¡muerte y destrucción!.

Es que es verdad, ¡hay que indignarse con esta gente!,ya que mientras que el 90% de la población aprovecha sus festejos para hacer acopio de zumos y diversidad de ensaladas y procede a su ingesta, haciendo un previo análisis del impacto ambiental que puede ocasionar que: o bien consuman de un mono muy acelerado; o bien el desplazamiento que hacen hasta hacerse con zumos, haga que pisen a un ejemplar del ácaro común ibérico, lo cual sería nefasto para, ¡incluso!, el equilibrio geopolítico (no dudéis de ello, ¡se le llama efecto mariposa!, ¡inconscientes!). Eso es lo que hacemos todos (o casi todos nosotros), en cambio estos "deportistas", ¡son unos sinvergüenzas!, ¡tomal alcohol en las fiestas!, ¡a la hoguera con ellos!, está claro que los botellones los provoca que la gente sigue ciegamente las actuaciones de Xabi Alonso y cía. y claro ¡la pobre juventud se pierde!; ¡fascistas! ¡acabáis con nuestra juventud!.

Del mismo modo es indignante, cobran mucho y ¡no regalan su prima!, en cambio la gente de todas las clases sociales del país ¡siempre!; ¡pero es que siempre!, que cobran una paga variable, una paga extra o consigue un premio de la lotería ¡lo regala!. Es una vergüenza que, siendo un país generoso con el vecino, que no se preocupa de malmeter entre familias o vecinos (sino más bien todo lo contrario), un país en el que compartir con el vecino y con el amigo (y con el enemigo) lo hace también el 90% de la gente esos...... sí, ¡los llamaré de nuevo así!, ¡fascistas!, no regalen sus primas, lo dicho ¡fascistas!.

Pero bueno, por suerte tenemos a los políticos, banqueros, sindicalistas, ministros, consejeros, conselleiros, lehendakaris, consellers, concejales, concelleiros, diputados provinciales, presidentes de pedanías... que no fuman, casi no beben y resulta que no malgastan el dinero público (¡ni tampoco el privado!), ¡menos mal!. Pero bueno, esta gente es tan buena, de una bondad casi celestial,  porque les votamos (o elegimos) todos nosotros ¿no es así?.....


¡Salud! (¡y futbolistas a la hoguera!)