viernes, 29 de noviembre de 2013

Curioso

Esta va a ser una entrada corta, muy corta, exageradamente corta.

Uno pone hoy la televisión y ve que tiene más repercusión el cierre de una televisión que la excarcelación de un asesino y violador de niñas (ojo para los amantes de la neolengua: no presunto).

Esta noticia me hace pensar en el asqueroso corporativismo de los que dicen informar.

En resumen, paso a considerarlos unos cobardes (o unos egoístas, que es una forma de cobardía).

Por desgracia mi cupo de cobardes que viven en el high level ya lo he cubierto esta semana.


¡Salud!

sábado, 23 de noviembre de 2013

A bombilla apágase ó rematar a dolce vita

Hoxe vou falar dende un punto de vista de novas eminentemente ártabras, e inda por riba novas asociadas ó mundo do ócio; para que os xenios do resto da península continuen co tópico de que a festa acontece noutras terras que (disque) teñen máis horas de sol.

Inda así non sei se as novas poden ser consideradas coma algo bo, unha delas evidentemente non, e outra delas non sei coma considerala, cando menos o que sí amosa é un valor (ou unha "chulería") moi a ter en conta.

A segunda das novas é a que, coma dixen, non sei coma valorar, moitos saberedes que a capital de Artabria (tamén coñecida coma A Coruña) ten dende hai uns anos un estrano virus no seu corpo, e ese virus é o que fai que os centros comerciáis xurdan por tódolos lados. Temos ó "centro comercial" que é "Cuatro Caminos", temos "Los Rosales", temos "Espacio Coruña", temos "Marineda CIty", temos un "Carrefour", temos un "El Corte Inglés", temos un "Alcampo" e temos un "centro comercial pantasma" chamado "Dolce Vita" (algúns dos outros que nomeéi van camiño de ser tamén outras pantasmas). Pois ese centro comercial pantasma vai trocar-lo seu obxectivo comercial, vai ser un centro puramente de ocio, que case vai abrir vintecatro horas, e que vai ter todo tipo de ocio (diurno, nocturno, de copas, actuacións, etc)...ou canto menos iso dí o seu promotor. Dito promotor dixo esta semana que mesmo que se van fletar avións para vir ó novo "Dolce Vita"...vamos que se eso no é ter valor ou "chulería" non sei moi ben o que será. Este humilde ártabro non sabe como irá este negocio (temo que mal), pero cando menos xa haberá unha cousa na Coruña que non había, ¡Poligoneros!; xa que o centro comercial en cuestión está nun polígono industrial.

E a primeira das novas da que falaba antes é eminentemente mala, é un golpe para toda a xente que algunha vez saíu polo centro da Coruña: pecha "La Bombilla". Era ese un lugar no cal entrabas a pedir tapas ou racións e saías cun garfo e un coitelo de plastico e a túa consumición nun plato de plástico e comías na rúa; era o lugar onde podías tomar una tapa de croqueta (sí, en singular, o tamaño da croqueta en cuestión e tal que soamente podes tomar unha); é un lugar onde os servilleteiros son botes de Colacao aproveitados para mete-las servilletas de papel, é un lugar...é un lugar difícil de explicar, é pequeno, pero é de sempre, sempre estívo alí pero agora vai pechar. Din que abrirá de novo as portas na primavera, pero xa será algo distinto, será un sitio de "posturéo" xa que a súa ubicación é magnifica, e será un sitio coma tantos outros, que a non será "La Bombilla", é unha auténtica magoa.

Dito isto soamente podo recomendar unha cousa, ¡temos ata finais de decembro para disfruta-lo que tivemos moitos anos! ¡imos aló!


¡Saúde!

martes, 19 de noviembre de 2013

Día del orgullo estúpido

No sé como es posible que en un mundo tan aficionado a dedicar días a prácticamente todo (ardo en deseos de festejar el día del berberecho nacido en cautividad en el mar del norte) no haya nadie propuesto este tipo de día.

Tenemos todo tipo de día dedicado especialmente a algo, en mi opinión ya el santoral era un engorro ya que, por norma general, implica olvidarse de una fecha que puede ser (o no) importante para alguien, pero de la cual corres el peligro de hacer una felicitación tardía y quedar mal. Pero no, además de los comerciales días de padre, madre o enamorados vemos infinidad de días en los que se ¿¿homenajea?? a un grupo de gente o un determinado evento. Un engorro a mayores del que por suerte solo se hace eco el independiente y veraz mundo periodístico

Pero, seamos claros, vivimos en un mundo en el cual la gente asume su propia incapacidad de tomar decisiones y en el que (parece) delegar en "papá Estado" dicha toma. Ese mismo mundo es  un mundo en el cual miramos para otro lado en caso de ver a alguien tirado en la calle, ya que aparecerá algún individuo que haga la ¿estupidez? de ayudar al caido. Igualmente, podríamos decir que moramos en un mundo en el cual se premia al que se libra de hacer su trabajo con una palmadita en la espalda, y nos carcajeamos de aquel que se mata a trabajar (eso sí la carcajada la disimulamos tras un "pobre cuantas horas hace"). Es nuestro mundo un lugar en el cual aspiramos a eludir todo tipo de responsabilidad,  en el cual somos quien de exigir todo tipo de derechos y, sobre todo, jamás nos pararemos  a pensar en lo que ha costado conseguirlos (motivo por el cual un día los regalaremos).

Somos, en resumen, una especie bastante estúpida, por lo cual no entiendo como es posible que no festejemos el día del orgullo estúpido. Podríamos sacar a los niños a la calle a reírse de la gente que no vive en la estupidez como todos nosotros; podríamos humillar a esa gente en ese día y , finalmente, festejar con nuestra estúpida alegría el hecho de que finalmente nuestra estupidez se ha hecho contagiosa y hemos convertido en estúpido al que no lo era. Ya que a diario contagiamos nuestra estupidez sería muy interesante instaurar un día para conmemorarlo.

Festejémoslo, es la hora de anunciarlo, ha llegado el Homo Sapiens Stolido, descanse en paz el Homo Sapiens Sapiens.


¡Salud!

jueves, 7 de noviembre de 2013

Día de otoño

Aquel día de otoño llegó a la vieja casa en su destartalado coche, en su adorado y antiguo GS; no era precisamente un coche clásico, era simplemente una antigualla que se caía a pedazos, afectada hasta extremos inimaginables por el óxido pero que milagrosamente aún funcionaba.

El día no era frió, pero era e desapacible; llovía, el viendo azotaba por todos los lados y los efectos de las lluvias de los días anteriores se notaban en las cunetas ahora totalmente cubiertas por la tierra. Es lo que los rancios tópicos llamarían un día de perros, y digo rancios porque esos días le encantaban.

Dejó su oxidado GS en el medio del campo y corrió hasta los soportales de la casa, una vez allí miró alrededor. Estaba en lo alto de un monte y tenía un paisaje espectacular antes sus ojos, incluso era realzado por las oscuras nubes de lluvia (nimbostratos le dijeron un día que se llamaban, o eso creía recordar) que eran el techo bajo el que se desarrollaba ese espectáculo para los sentidos.

Entró en casa y escuchó como las gotas de lluvia dejaban de caer, el atardecer llegaba y la lluvia cesaba, era su momento, podría hace una de las cosas sencillas que más adoraba, pasear en el típico atardecer otoñal. Esa sensación fresca, oscura, de humedad en el suelo, de gotas que caen de las ramas de los árboles y de las hojas de las plantas, esa belleza que el supuesto día de perros no podía dar.

Tras su paseo volvió a casa y puso la televisión, el individuo que daba el tiempo hablaba de su zona, decía que había hecho un día horrible, día lluvioso, oscuro, desapacible, húmedo, desagradable...y que en cambio en otras zonas había hecho un excepcional día, de 30 grados, sol, gente que iba en manada a las playas y que a duras penas conseguía en los arenales un metro cuadrado de espacio propio. En ese momento miró a su alrededor, vio que tenía espacio, comodidad, belleza en torno a él y tranquilidad...y se echó a reír, ¡realmente los que iban a los arenales habían pasado un día de perros!.

Finalmente se fue a dormir a su cómoda cama con una sonrisa en la cara, había tenido un día excepcional, ranciamente calificado como día de perros por algunos.