jueves, 8 de enero de 2015

Salvajes, inhumanos.

Valientes burradas hay que vivir en estos días, llevamos un par de días viendo como las noticias que vemos son (cuanto menos) intranquilizadoras. En el día de ayer un par de "individuos" entraban armados hasta los dientes en la redacción de una revista satírica francesa llamada Charlie Hebdo y mataban a una serie de dibujantes y a unos policías que acudieron al lugar ante la barbarie que estaba aconteciendo.

¿Cual es el "pecado" de los dibujantes? pues sencillo, haber dibujado al profeta de la religión que profesaban los individuos que les asesinaron; lo cual está prohibido según los principios de dicha religión (dibujar al profeta, lo de asesinar creo que también pero han "pasado" del tema). Motivo de peso sin duda...fue simplemente un volver al siglo VIII de nuestra era y pensar en los enfrentamientos iconoclastas, el pero es que estamos en el siglo XXI y alguno parece no haberse enterado.

Hace unos años Javier Krahe habia "cocinado" un crucifijo y acabó siendo juzgado (y absuelto) ya que hubo gente ofendida...estos individuos simplemente asesinaron a los que los "ofendieron", vemos la distancia sideral que hay entre un planteamiento que se basa en el derecho y el que se basa en caer en el más mínimo común denominador: ser un salvaje.

Tras esto siempre aparece algún tipo de iluminado pseudomesiánico que mezcle churras, merinas y a un señor de Cuenca que pasaba por allí para justificar lo injustificable desde una, para mi, incomprensible postura de superioridad moral. Claro que debería doler lo mismo una muerte en un sitio o en otro...pero es que esta gente ha sido matada por un planteamiento religioso que implica atacar directamente a la civilización grecolatina (o judeocristiana, que vienen a ser prácticamente lo mismo), que es en la que nos hemos movido por estos lares desde algún siglo antes de Cristo...y eso es extremadamente serio.

Solo desear con todas mis fuerzas que el sentido común llegue algún día a reinar por aquí, cosa que cada día veo más difícil, y sobre todo mi pésame a las víctimas del salvajismo inhumano. ¡Vaya entrada para empezar el año!


¡Salud! (más que nunca)