Pues bien, en estos días, he visto como siempre la gran cantidad de anuncios que hay en la tele, y he constatado que ha habido un cambio respecto a aquella lejana época en la que yo era un criajo. Entonces la mayoría de los anuncios navideños eran de juguetes, juguetes y más juguetes; y por el medio se te colaba siempre el del chaval que volvía a casa por navidad (creo que ahora mismo no quiere ni volver en navidad ya que hace mucho que no se sabe nada de él); la lectura era clara "¡es navidad! ¡compradle juguetes a los niños y que jueguen!".
Como decía ahora la cosa ha cambiado, ahora lo que se ve no son para nada anuncios de juguetes, ¡y para nada sale el chico que vuelve a casa! (como decía, yo creo que ya no tiene ganas de volver a casa porque ni casa deben ya de tener sus familiares). Ahora te encuentras con una cantidad salvaje de ¡anuncios de perfume!, uno tras otro, tras otro y tras otro, hasta he llegado a ver a Marilyn revivida para ¡anunciar perfume!. Eso me lleva a pensar en el mensaje que nos quieren transmitir y me genera una pregunta ¿que puede pretenderse perfumando a todo un país? ummmm, por mucho que lo piense no llego a saber muy bien qué puede ser.
De todos modos, y en esta previa de las fechas tan señaladas solo puedo repetir de nuevo lo que muchas veces he dicho: ¡Salud!.
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