jueves, 19 de diciembre de 2013

Te lo anuncio

En una ocasión me comentaron una cosa sobre la publicidad de cierto canal infantil, por lo visto dos madres habían llegado (utilizando la observación diaria y continua de ese canal) a la conclusión de que tan solo ponían dos tipos de anuncios: de juguetes y de quitamanchas. Conclusión a la que llegaban estas madres: me están diciendo "compradle al niño esos juguetes que luego ya veréis como se ponen".

Pues bien, en estos días, he visto como siempre la gran cantidad de anuncios que hay en la tele, y he constatado que ha habido un cambio respecto a aquella lejana época en la que yo era un criajo. Entonces la mayoría de los anuncios navideños eran de juguetes, juguetes y más juguetes; y por el medio se te colaba siempre el del chaval que volvía a casa por navidad (creo que ahora mismo no quiere ni volver en navidad ya que hace mucho que no se sabe nada de él); la lectura era clara "¡es navidad! ¡compradle juguetes a los niños y que jueguen!". 

Como decía ahora la cosa ha cambiado, ahora lo que se ve no son para nada anuncios de juguetes, ¡y para nada sale el chico que vuelve a casa! (como decía, yo creo que ya no tiene ganas de volver a casa porque ni casa deben ya de tener sus familiares). Ahora te encuentras con una cantidad salvaje de ¡anuncios de perfume!, uno tras otro, tras otro y tras otro, hasta he llegado a ver a Marilyn revivida para ¡anunciar perfume!. Eso me lleva a pensar en el mensaje que nos quieren transmitir y me genera una pregunta ¿que puede pretenderse perfumando a todo un país? ummmm, por mucho que lo piense no llego a saber muy bien qué puede ser.


De todos modos, y en esta previa de las fechas tan señaladas solo puedo repetir de nuevo lo que muchas veces he dicho: ¡Salud!.


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