martes, 30 de abril de 2013

Calle

Ya lo comenté en alguna ocasión, pararse a observar en ocasiones es la mejor manera de descubrir que la vida, en realidad, es una "sitcom" continua si la vemos con el prisma adecuado.

Es una reflexión que , como tantas otras hechas por el Ártabro, sé que son así pero difícilmente llevo a la práctica;  pero "afortunadamente" un incorrecto calzado ha hecho que me vea obligado a pararme más de lo que siempre he hecho y he podido aplicar por una vez con lo que predico (increíble, lo sé).

Sin ir más lejos, al pararme en un paso de cebra y cruzarlo muy despacio he podido "deleitarme" con como un grupo de gente trataba (cual gacela en la sabana) de escapar de un humilde vendedor de la lotería de la Cruz Roja (depredador peligroso sin duda), era una sensación desternillante ver como festejaban el hecho de zafarse del acoso del esforzado vendedor.

He podido ver como una pareja de jubilados se quedaban extasiados ante la observación de una consola de videojuegos portátil, los comentarios sobre la posesión o no de ella que tenían sus nietos y las risas que emitían ya que simplemente consideraban que era una "trapallada" (lo siento, es una palabra tan polisémica que no tiene traducción).

He presenciado como un ama de casa se convertía en algo más que una hidra en contra de un viejo conductor por pasar este a una velocidad de 0,005 km/h por un paso de cebra, eso sí, mirando hacia el otro lado y aplicando la vieja máxima "si no me ve no me puede hacer nada", como si fuese un niño de 3 años.

He visto casi en primera persona como el cambio de unos buzones en una comunidad de vecinos se ha convertido en una auténtica odisea, una aventura digna de cine; con carreras, persecuciones, discusiones, problemas económicos, quejas sentidas y (aparentemente un final feliz).

He vivido como la clientela de entidades bancarias no solo no ha ido a ellas a gritar, chillar y amenazar; todo lo contrario más bien; se han sentido mal, tristes, por tener que irse, han empatizado con los trabajadores, con sus sentimientos, demostrando lo que es ser buena persona.

He visto, he oído  he vivido estas pequeñas cosas; y tras ello he llegado a casa, he puesto la televisión y he visto las noticias, he leído los periódicos  he ojeado twitter y he pensado ¡menos mal que nos queda el día a día callejero!, porque si no fuera así lo mejor sería salir del medio.


¡Salud!

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