martes, 21 de febrero de 2012

Algo huele a podrido....

Recuerdo un curso al que asistí durante mis años en la Universidad, eran los años del "España va bien" de Aznar y el ponente del curso nos dijo (entre otras muchas) una frase que me quedó grabada: "En el momento que veáis portadas de los periódicos que digan que todo está fatal, que veáis amenazas de huelgas generales por doquier, que se hable de elevadas cifras de paro y que haya disturbios en la calle, ¡es el momento de entrar en bolsa ya que las ganancias que podréis obtener a medio plazo serán brutales!". Pues está claro que hay que entrar ya que ¡todo lo anunciado por este profesor ya se ha cumplido!

El pequeño, minúsculo, ridículo, si me apuráis casi paupérrimo, detalle es que resulta ¡mira tú por donde!, que para entrar en bolsa hay que tener dinero (al menos el común de los mortales) y con la situación actual de paro, aumento de impuestos por doquier, recortes en todo gasto público (que en cuanto lleguen salvajemente a gastos básicos como sanidad y educación vamos a tener que echarnos a temblar) ¿es posible pensar en invertir?; si a eso añadimos la poca confianza existente en el sector financiero ¿no es acaso cierto que la gente ya habla de meter en el colchón su dinero en lugar de llevarlo a cajas o bancos?. En resumen ¿no es verdad que el sistema se está viniendo (una vez más) abajo?.

Y mientras el sistema se viene abajo y los que siempre (enarbolando banderas de izquierdas o de derechas) han estado en el poder siguen en él sin trazas de ir a dejarlo (¡antes morir que abandonar la moqueta!),  ¿qué soluciones escuchamos a los que se autoproclaman "antisistema"? (que en ocasiones son tan sistémicos como el propio sistema), ¿acaso en la mayor parte de las ocasiones no nos encontramos con soluciones mil veces oídas desde principios de siglo XX, implementadas en distintos países y que no han funcionado?... señores, es 2012, no 1912, pensemos, imaginemos, pongámonos a crear.... creo que hablar a estas alturas de liberalismo económico y de keynesianismo es lo mismo que si volviéramos a hablar del patrón oro (¡ojo!, lo he llegado a escuchar!).

En resumen, estamos jodidos, sí, realmente jodidos, y pretendemos curar el cáncer que destroza nuestra sociedad con propuestas de curanderos.... a lo mejor sucede un milagro y funciona pero mi agnosticismo natural me dificulta creer en ellos. ¿Acaso seremos capaces de inventar algo nuevo? o bien ¿hemos llegado al punto en que el hombre no es capaz de innovar?, quiero creer que no pero parece que nos obligan a ello.


¡Salud!

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