miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Civilización?

Es algo que puede verse en casi todos los lugares, la cuestión es que lo tenemos tan interiorizado que no reparamos en ello, en teoría se basa en el "contrato social" por el que vivimos en el "sistema" pero realmente es algo que (analizado sin mucho detenimiento) es preocupante: la sociedad se basa en prohibir.

Reparé en ello al ir a buscar el coche al garaje, resulta que la entrada a mi garaje está plagada de carteles (en la mayoría de los cuales no había reparado) pero realmente no son carteles, son prohibiciones. Nada más llegar me encuentro con un cartel fijado en la puerta que es genial: "se prohibe fijar carteles", es decir, que el propio cartel indica la ilegalidad de él mismo, impresionante, es el mayor "feedback" que he visto en mi vida; tras ello me encuentro con limitaciones de velocidad, direcciones prohibidas, prohibiciones de entrar a pie si vamos por la rampa de coches so pena de..... francamente, no sé que tipo de pena;imposiciones de direcciones a seguir y ahí ya paré de mirar. El problema es que me puse a pensar: si en un recinto tan pequeño como un garaje prácticamente lo tienes todo prohibido ¿qué pasará fuera de él?.

Pues todos lo sabemos, si nos paramos a comparar lo que podía hacer la gente en 1950 con lo que puede hacer ahora por la calle nos llevamos una sorpresa (o no); hemos perdido libertades. Resulta que en aras de nuestra seguridad nos inspeccionas en puertos y aeropuertos hasta rozar (y en ocasiones alcanzar) la vejación; en aras de esa misma seguridad tenemos las calles y carreteras llenas de cámaras pero ¿quien controla al controlador?; esa necesidad de seguridad nos llega a imponer el lenguaje y la manera de expresarnos ¿o acaso no es una imposición el lenguaje políticamente correcto?; la inseguridad viene casi siempre provocada por unos extraños factores externos (llamémosle Al Qaeda por ejemplo; y en caso de que haya algún movimiento dentro de la sociedad, centremos el foco en los indeseables y no en las buenas gentes para deslegitimarlo, y digamos también que atenta contra nuestra seguridad).

Desconozco cuantos de vosotros habéis leído 1984 de George Orwell pero recomiendo su lectura, más que nada porque el Gran Hermano ya existe, la Neolengua también y la eterna guerra contra un abstracto enemigo externo ídem. Si a todo ello añadimos el "siempre ejemplar" comportamiento de los medios de comunicación ya vemos algo más que paralelismos con el libro.



Pero bueno, por suerte yo tan solo soy un loco.

¡Salud!

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