Artabr-off

Pues sí, tras unos días de recogimiento el artabréo ha vuelto; pero no sé porqué el ártabro está apagado, está poco creativo, está..., pues no sé exactamente como está, imagináos como está que habla de sí mismo en tercera persona (ya temo que haya sido poseído por el espíritu de Luis Aragonés y tal...).

Podría achacarse a estas fechas tan señaladas (El Rey dixit), o a los cambios climáticos (cambiar de verano a invierno cuatro veces en quince días no puede ser sano ni bueno para la cordura), o a que estoy viendo una película española en la televisión (ser adicto a laSexta3 tiene en ocasiones sus problemas), o a que los recortes de Rajoy han llegado a mis ánimos (todos sabemos que si estamos animados despilfarramos y ¡hay que ahorrar insensatos!, ¡hay que ahorrar!, porqué sino ¿como pagamos los impuestos eh? ¡derrochadores!, ¡antipatriotas!, ¡antitodo que sois unos antídoto!).

Imagino que esas son las causas de que esté apagado así que ya veis que mi artabréo de hoy ha sido algo corto (pero intenso eh!, no vayamos a pensar); y si me paro a pensarlo, y con lo que podemos ver a diario, es posible que todo el mundo esté un poco apagadillo. Pero bueno, como algunos sabréis, tengo de aquí al domingo para recuperarme ya que llega el partido Dépor -  Celta, al menos subirá mi animo durante esos noventa minutos (sí, sé que es el sucio fútbol, el sucio circo que nos aliena, el sucio circo infectado por el sucio mercantilismo, la sucia guerra tribal y el sucio "joder" al vecino pero... gracias a Dios (o a lo/la que sea, no se me enfade ningún comisario de lo políticamente correcto) soy un pobre futbolero.

Queridos artabreadores (y artabreadoras ¡claro!), me despido, a ver si me enciendo un poco con los rayos de sol (no sé si huyendo o acudiendo a ellos) que inciden en estos momentos sobre Artabria, ese lugar que existe pero que parece olvidado.

¡Salud!