domingo, 10 de julio de 2011

La culpa es tuya, ¿cómo va a ser mía?

La culpa siempre es de otro, es un hermoso lema. Desconozco si sucede en más países, pero me da que debía ser el lema que figurase en el escudo de España, en lugar del "Plus Ultra" que rodea a las Columnas de Hércules.

Imagino que en el fondo es un error achacar al cainismo patrio ese problema, seguramente la causa es que el ser humano es un "impresentable" por naturaleza, pero si nos centramos a nivel local vemos que siempre nos encontramos con ese lema. El individuo, o la organización a la que pertenece el individuo, nunca es culpable, siempre existe una razón externa que hace que las cosas salgan mal.

Si algo sale como no nos gusta, resulta que la culpa es de otro, ya que nosotros nunca cometemos errores; si ya vamos a nivel trabajo y hay algo que hemos hecho mal, siempre nos quedará acusar a otros miembros de nuestra empresa de "ineficiencia" y no de un error nuestro ¡no vaya a ser!.

Pero ¿qué pasa con todo esto?, pues que en ocasiones te llevas sorpresas, en ocasiones la teoría de que el ser humano es un "impresentable" se viene abajo, te encuentras con gente que asume sus errores, te encuentras con gente buena, que no solo se preocupa por haberse equivocado, sino que se preocupa por ayudar a los demás, es algo que me alegra y me da optimismo. Pero claro, esto crea una nueva división entre los "impresentables", por un lado están los que se alegran de que haya gente buena, pero por otro están los que (ya que la gente buena no existe) ve algún oscuro interés en ese "buenazo".

En resumen, la culpa nunca es nuestra, ante lo cual solo puedo concluir una cosa ¡La culpa fue del Cha Cha Cha!.

¡Salud!

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