martes, 19 de noviembre de 2013

Día del orgullo estúpido

No sé como es posible que en un mundo tan aficionado a dedicar días a prácticamente todo (ardo en deseos de festejar el día del berberecho nacido en cautividad en el mar del norte) no haya nadie propuesto este tipo de día.

Tenemos todo tipo de día dedicado especialmente a algo, en mi opinión ya el santoral era un engorro ya que, por norma general, implica olvidarse de una fecha que puede ser (o no) importante para alguien, pero de la cual corres el peligro de hacer una felicitación tardía y quedar mal. Pero no, además de los comerciales días de padre, madre o enamorados vemos infinidad de días en los que se ¿¿homenajea?? a un grupo de gente o un determinado evento. Un engorro a mayores del que por suerte solo se hace eco el independiente y veraz mundo periodístico

Pero, seamos claros, vivimos en un mundo en el cual la gente asume su propia incapacidad de tomar decisiones y en el que (parece) delegar en "papá Estado" dicha toma. Ese mismo mundo es  un mundo en el cual miramos para otro lado en caso de ver a alguien tirado en la calle, ya que aparecerá algún individuo que haga la ¿estupidez? de ayudar al caido. Igualmente, podríamos decir que moramos en un mundo en el cual se premia al que se libra de hacer su trabajo con una palmadita en la espalda, y nos carcajeamos de aquel que se mata a trabajar (eso sí la carcajada la disimulamos tras un "pobre cuantas horas hace"). Es nuestro mundo un lugar en el cual aspiramos a eludir todo tipo de responsabilidad,  en el cual somos quien de exigir todo tipo de derechos y, sobre todo, jamás nos pararemos  a pensar en lo que ha costado conseguirlos (motivo por el cual un día los regalaremos).

Somos, en resumen, una especie bastante estúpida, por lo cual no entiendo como es posible que no festejemos el día del orgullo estúpido. Podríamos sacar a los niños a la calle a reírse de la gente que no vive en la estupidez como todos nosotros; podríamos humillar a esa gente en ese día y , finalmente, festejar con nuestra estúpida alegría el hecho de que finalmente nuestra estupidez se ha hecho contagiosa y hemos convertido en estúpido al que no lo era. Ya que a diario contagiamos nuestra estupidez sería muy interesante instaurar un día para conmemorarlo.

Festejémoslo, es la hora de anunciarlo, ha llegado el Homo Sapiens Stolido, descanse en paz el Homo Sapiens Sapiens.


¡Salud!

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