martes, 3 de julio de 2012

¡Futbolistas a la hoguera!

¡Qué malos son los futbolistas!, ¡merecen morir! (¡o más!), ¡son lo peor!, ¡son un mal ejemplo para la sociedad!. Eso, eso es lo que hay que decir, ¡desde luego!, ¡lapidémoslos!, tenemos que convertirnos en una turba que los elimine de la faz de la tierra, ¡muerte y destrucción!.

Es que es verdad, ¡hay que indignarse con esta gente!,ya que mientras que el 90% de la población aprovecha sus festejos para hacer acopio de zumos y diversidad de ensaladas y procede a su ingesta, haciendo un previo análisis del impacto ambiental que puede ocasionar que: o bien consuman de un mono muy acelerado; o bien el desplazamiento que hacen hasta hacerse con zumos, haga que pisen a un ejemplar del ácaro común ibérico, lo cual sería nefasto para, ¡incluso!, el equilibrio geopolítico (no dudéis de ello, ¡se le llama efecto mariposa!, ¡inconscientes!). Eso es lo que hacemos todos (o casi todos nosotros), en cambio estos "deportistas", ¡son unos sinvergüenzas!, ¡tomal alcohol en las fiestas!, ¡a la hoguera con ellos!, está claro que los botellones los provoca que la gente sigue ciegamente las actuaciones de Xabi Alonso y cía. y claro ¡la pobre juventud se pierde!; ¡fascistas! ¡acabáis con nuestra juventud!.

Del mismo modo es indignante, cobran mucho y ¡no regalan su prima!, en cambio la gente de todas las clases sociales del país ¡siempre!; ¡pero es que siempre!, que cobran una paga variable, una paga extra o consigue un premio de la lotería ¡lo regala!. Es una vergüenza que, siendo un país generoso con el vecino, que no se preocupa de malmeter entre familias o vecinos (sino más bien todo lo contrario), un país en el que compartir con el vecino y con el amigo (y con el enemigo) lo hace también el 90% de la gente esos...... sí, ¡los llamaré de nuevo así!, ¡fascistas!, no regalen sus primas, lo dicho ¡fascistas!.

Pero bueno, por suerte tenemos a los políticos, banqueros, sindicalistas, ministros, consejeros, conselleiros, lehendakaris, consellers, concejales, concelleiros, diputados provinciales, presidentes de pedanías... que no fuman, casi no beben y resulta que no malgastan el dinero público (¡ni tampoco el privado!), ¡menos mal!. Pero bueno, esta gente es tan buena, de una bondad casi celestial,  porque les votamos (o elegimos) todos nosotros ¿no es así?.....


¡Salud! (¡y futbolistas a la hoguera!)

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